miércoles, 4 de octubre de 2017

Camino de Santiago 2017. Prólogo

Cómo en años anteriores, volvemos al camino. Esta vez, sin complicaciones ferroviarias. Un cómodo viaje de Córdoba a Madrid Atocha. Rápido enlace hasta Chamartín. Más rápido por la amabilidad de una empleada de Renfe que nos orientó. Café en la estación y llegada a León a las 14:24 horas.
Una visita importante no pudimos realizarla: el museo panteón de San Isidoro. Cierra a las 3 de la tarde. No había taxis en la estación. Lo lamento por Paco que no ha podido admirar esta joya románica.
Este año San Google nos mareó un poco para llegar a nuestro albergue, en de las Carbajalas, pero nos permitió contemplar tramos de la muralla leonesa de cantos rodados.
La llegada al albergue tuvo su sorpresa. Está ubicado junto a la plaza de El Grano. Conforme llegábamos, nos cruzamos con leoneses ataviados con trajes típicos regionales. Plaza con casetas, carros y bueyes. Se celebraba las fiestas en honor de San Froilán. Música tradicional, gaitas, bullicio y alegría. Banderas leonesas y españolas, pero son relación con lo que estaba pasando en Cataluña, supongo.
Hospitaleras voluntarias, las tres extranjeras, con dificultades para entenderse con nosotros.
Dormitorio abarrotado. Poco espacio, ¿cómo nos organizaríamos mañana en los aseos?
Comemos los bocatas en los jardines de San Francisco y nos dedicamos a pasear por la ciudad.
Pronto dimos con el palacio de los Guzmanes y visitamos su claustro renacentista. Junto a él la casa de los Botines. Foto junto al Gaudí que en bronce permanentemente diseña el edificio.
Algo mareados por Maps, deambulamos por la calle Ancha hasta dar con la Catedral. Sobrecogedora. Recuerdos. Visita con la Audioguia y admiración por las vidrieras. La tarde estaba algo cubierta, de hecho chispeó al salir,  por lo que el interior no era tan luminoso como lo recordaba . Por contra daba al espacio un luminosidad íntima y acogedora.
De nuevo por calles y Callejas, queríamos visitar San Isidoro pero Google nos mareaba. Al final recurrimos a lo antiguo: preguntar. Alabanzas a Córdoba cuando se enteraban de nuestra procedencia.
Visita a la basílica pero no a la cripta. Desencanto.
Otro tramo de muralla y Plaza Mayor. Parcialmente ocupada por un escenario, no nos permite admirar la fachada del Ayuntamiento Antiguo. Decepcionante plaza, castellana, pero más pobre que nuestra Corredera o la de Salamanca.
Regreso al albergue. En la plaza ya sólo quedan los veladores de dos bares, un grupo de músicos tradicionales y una fiesta en un piso ecologista que no quería que la plaza se modificara.
Irregular, tanto horizontalmente ya que está pavimentada con gruesos cantos rodados, cómo verticalmente. A espaldas de la parroquia de la Virgen del Camino, nombre oficial de la plaza y circundada por edificios de estilo diverso, algunos con restos porticados. Fuente central muy interesante. Un lugar tranquilo y agradable donde nos tomamos un piscolabis a modo de cena. La sed bendita. Amabilidad, chorizo y morcilla leonesa.
Vuelta al albergue, aseo y descanso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario